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2013: Un año para no olvidar

¡Hola a todos!
El año 2013 es historia, y el futuro es el 2014. En estas fechas tan especiales, es cuando uno se pregunta, ¿qué es del año vivido? ¿qué experiencias son las que jamás olvidaré? En esta entrada haré un recorrido por los distintos meses del año recordando aquello que hará de 2013 un año especial. Un viaje a través de los 12 meses de 2013, resumido todo en unas líneas. Abróchense los cinturones que esto va a comenzar.

Enero

El principio del año continuó la senda del final del anterior y marcaría lo que me depararía 2013, tal y como son las nuevas adquisiciones, que se podría interpretar como nuevas experiencias. Así, en los primeros días, adquirí un teleobjetivo 70-300, por lo que me pude adentrar, aún más, en la fotografía macro, retrato, y fotografía de naturaleza (no confundir con fotografía de paisaje). Pero no fue la única adquisición del mes, pues unas semanas más tarde, recibí mi primera montura ecuatorial, cortesía de Moisés Lameiro, administrador de Covadaserpe. Pero no todo fueron alegrías, pues a pesar de adquirir varios artículos que me serían muy útiles, otro de los que ya poseía murió. Tras un desafortunado golpe, mi antiguo Sony-Ericsson Xperia Neo V no volvió a encender, por lo que temporalmente tuve que cambiar a mi anterior Nokia 5800 XpressMusic. No fue la única pérdida del mes, pues en lo personal también hubo pérdidas, las cuales marcaron el resto del año y lo cambiaron a lo que finalmente fue.

Febrero

Un mes bastante tranquilo para mí. En este mes comencé a realizar mis primeras tomas macro montando un mini-estudio casero, a base de folios y un flash de zapata accionado manualmente. El montaje resultó algo chapucero, pero las tomas merecieron la pena (Ejemplo). También este mes fue cuando volví a la experiencia Android, tras adquirir mi actual Sony Xperia P.


Marzo

Un mes aún más tranquilo que el anterior, podríamos destacar mi adhesión al voluntariado de Cruz Roja en Jaraíz de la Vera, así como mi primera donación de sangre. Por lo que, en este mes, podríamos ver a un Adrián solidario, y es que el ayudar a los demás gratifica muchísimo. Este mes significó también la vuelta a la nocturnidad, pues empecé, de nuevo, a salir con mi antiguo grupo, conociendo a varias personas que a día de hoy son muy especiales para mi.

Abril

Mes completo, en el que empecé a usar las nuevas versiones de Adobe Photoshop CC y Adobe Lightroom 5.0. También fue en este mes donde vi, por primera vez, un rally (esas reducciones con la técnica heel-toe me pusieron los pelos de punta). Saqué la licencia de pesca y empecé a usar mi pluma Parker, pero por lo que más recordaré este mes es porque, por fin, y tras medio año usando Android 4.0 Ice Cream Sandwich (sin contar mi pequeña pausa en Symbian S60v5), cambié al sabor Android más reciente, Android 4.1 Jelly Bean (sí, ya sé que entonces ya existía Android 4.2 y que estaba a punto de salir Android 4.3, pero estas versiones también eran de Jelly Bean), en mi Sony Xperia P, y pude así comprobar que un smartphone no era sólo un gadget más, sino que se podría convertir en una herramienta para el día a día, sobre todo con la inclusión del asistente Google Now que tanto me ha facilitado todo, desde poner una simple alarma hasta buscar en internet. Este fue el mes de la productividad, en el que senté las bases de la futura Selectividad y de la Universidad, sin dejar de lado, eso sí, al grupo.


Mayo

Mayo sería un mes decisivo en mi vida. En primer lugar, comencé a ser beta tester de varias Google Apps, tanto en su versión Android como en su versión escritorio, lo que hizo que recordase que lo mío eran más los ordenadores, pues me encantaba cacharrear con ellos para así mejorarlos, especialmente en el tema del software. Por otra parte, en este mes aprobé Bachillerato, por lo que comencé a preparar los que hasta ahora han sido los exámenes más decisivos e importantes de mi vida: los exámenes de Selectividad. Un mes de despedidas, pues prácticamente me despedí de Jaraíz, y empecé a sentir un sentimiento nuevo, que denominé como nostalgia anticipada, consistente en sentir nostalgia por algo que todavía no se ha ido, pero sabes que en un futuro próximo se irá.

Junio

Junio fue una continuación del mes anterior. Tras superar Bachillerato, me estaba preparando para el reto de la Selectividad, por lo que las primeras semanas no fueron muy importantes, salvo por un viaje a Madrid el primer día del mes, donde, en un acto de la ONCE por su 75º aniversario (al cual habíamos sido invitados los voluntarios de Cruz Roja), me re-encontré con mi gran amigo Miguel Ángel León, al cual hacía semanas que no veía. Tras ello, semanas monótonas hasta la llegada de Selectividad, la cual aprobé. Comenzaba el proceso de pre-inscripciones.
Este fue un mes de experiencias únicas y viajes, pues, además del viaje a Madrid, hice otro a Cáceres con la Cruz Roja, a cuyo destino nunca llegué por una avería. Pero esas horas en la autovía con Crisanto serán siempre inolvidables.
En este mes fue también en el que me aventuré a trastear con mi smartphone aún más, llegando incluso a instalar aplicaciones que, en teoría, no corresponderían a mi versión de Android. Así, pues, comencé mi Nexusización por comenzar a instalar aplicaciones AOSP en un dispositivo que no lo era. Esto además me hizo, finalmente, decidirme por estudiar informática.

Julio

Tras el curso y Selectividad, me sentía liberado, como si me hubiesen quitado un peso de encima. Comencé a disfrutar aún más de mi tiempo libre. Rellené la matrícula definitiva en Grado en Ingeniería Informática en Ingeniería de Software en la Escuela Politécnica de Cáceres, y comencé a hacer actividades que otros veranos no hice tanto, como el salir todas las noches a dar un paseo, ir al Lago o a las Pilas...
La nostalgia anticipada azotó con más fuerza aún, pues cada vez echaba más de menos aquello que dejaría de ver en unos meses. Intenté disfrutar lo máximo posible de la vida, así como hice multitud de actividades con Cruz Roja. En ciertos momentos, quise que se detuviese el tiempo, pues llegué incluso a no querer ir a la Universidad.


Agosto

Un mes muy duro, comenzó con algunos problemas que, más tarde, fueron solucionados. Junto con mi gran amigo Cristian, fuimos a Cáceres a ver pisos de estudiantes y escogimos el definitivo. También fueron las fiestas del pueblo, donde desgraciadamente hubo varios decesos en el pueblo, así como un joven en estado grave por una cornada de toro. Nunca me han gustado los eventos taurinos, pero, tras ello, ahora también los odio. Este mes finalizó con la proyección de un vídeo de despedida realizado por mí para mis amigos, en el Mau-Mau. Dicha proyección fue un éxito, pues, por lo que me dijeron, les había encantado. Me quité un peso de encima al despedirme como era debido y haber dejado buen sabor de boca entre mis seres queridos.

Septiembre

En este mes, mi vida cambió por completo. Tras una semana inicial en el pueblo, para la siguiente me mudé a Cáceres, con motivo del inicio del curso universitario. Fue un mes de transición, pues aunque al principio me hallaba desorientado, acabé encontrándome, y empecé a disfrutar de la Universidad. Tuve experiencias nuevas, pues todo había cambiado. Por primera vez en bastante tiempo, no sólo me sentía solo, sino que también lo estaba prácticamente, pero al mismo tiempo me sentí responsable, esto me hizo madurar como persona.


Octubre

Ser estudiante de informática tiene sus ventajas, entre las cuales está que los profesores te facilitan los apuntes por ordenador, por lo que llevaba mi portátil a clase. Pero con el curso de los días empecé a notar dolor de espalda, debido a que el maletín donde guardaba el ordenador era de un solo asa. Tras comprar una mochila de portátil, para llevar así el peso repartido entre los dos hombros, la cosa mejoró muchísimo, pero seguía sintiendo el peso. Esto hizo que me decidiese, tras dos años pensándolo, a pasar de nuevo al mundo de las tablets (ya tenía una de 10", pero es tan obsoleta que no merecía la pena usarla, ya que se bloqueaba incluso al cargar el navegador de internet). Compré así mi preciada Nexus 7 2013, cuya experiencia de uso me hizo cambiar de opinión respecto a las tecnologías, y pasé de ser un amante de los smartphones Sony, a desear únicamente la experiencia AOSP. Comencé así a ser más abierto de mente y comprender mejor los problemas de los que se aquejaba la gente cuando las cosas no salían como querían. Empecé a ayudar más a mis amigos, sobre todo en el terreno informático.

Noviembre

Tras la experiencia AOSP de mi Nexus y la presentación de Android 4.4 KitKat (el cual ya tengo en la tablet), procedí a traspasar la experiencia AOSP a mi Sony Xperia P, para lo cual tuve que trastear bastante en los archivos de sistema modificando el Framework. Esto hizo replantearme seriamente mi concepto de tecnología o informática: lo importante de un móvil, tablet, ordenador, incluso de mi blog, no es que sean complejos, sino una interfaz minimalista y simple pero con gran funcionalidad. Empecé a usar Google+ aún más, por lo que la integración con mi blog fue completa. Esto ha resultado en varias mejorías, entre ellas el tiempo de carga de imágenes. Me hizo recordar por qué prefería esta red social en detrimento de otras como Facebook: la gente no puede ser toda amiga, pues hay que diferenciar entre conocidos, con los cuales se habla poco, amigos, con los que contar algo, y mejores amigos, aquellas personas sin las cuales no se podría vivir. Aprecié, así, mucho más al grupo, y comencé a desear que llegasen los puentes para volver a verlos.

Diciembre

Durante este mes, hice varias mejoras al blog con el fin de aumentar su disponibilidad. Para ello, lo integré con las Google Apps para así dar una experiencia de visualización, en Android e iOS, óptima. Moneticé el blog para así conseguir algo de recaudación que me ayude a comprar un dominio propio. En la sección de Páginas amigas, situé los baners de los blogs informáticos Redes Locales y Seguridad Informática de mi gran amigo Francisco Parro Paniagua, y del blog de actualidad jaraiceña, recién publicado, Espacio Indiscreto de Diego Serradilla. Por último, volví al pueblo que me vio crecer, estando muy contento por ello, pues lo echaba realmente de menos. Disfruté, así, mucho de las fiestas navideñas con mi grupo de amigos al cual tanto debo.

¿Qué espero para el siguiente año? Continuar la senda de éste. En primer lugar reparar la bayoneta de mi tele-objetivo para continuar con una de mis pasiones, la fotografía. Continuar con el curso tal y como lo llevo hasta ahora, al día. Seguir progresando en el tema de la informática, en especial en el tema AOSP, comprando un smartphone Nexus. Seguir disfrutando de mis amigos, a los cuales me gustaría decirles que les quiero y que me lo paso genial con ellos. Seguir con mi familia, a la cual echo de menos cuando estoy en Cáceres. Y para todos vosotros, espero y deseo que hayáis tenido un año tan genial como el mío y que el año que viene venga lleno de felicidad y de nuevas experiencias.

Esta es la última entrada del año, por lo que la despedida no puede ser la típica. Así que desearos a todos feliz Navidad, prospero año y soltar esta frase de despedida que únicamente podemos decir en esta época del año: ¡Hasta el año que viene!

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Explosiones de supernova 2.0

Al igual que el año pasado (véase Explosiones de Supernova ), también este año ha habido fuegos artificiales para cerrar las fiestas de Jaraíz. Y, al igual que el año pasado, he fotografiado esas "supernovas jaraiceñas":