¡Hola!
En primer lugar, y a modo de off-topic, me gustaría agradeceros que hayamos cumplido una nueva meta en el blog, llegar a la cifra que propuse hace exactamente un año, en la mitad de tiempo del objetivo. El haber llegado a estas 15.000 visitas ha significado mucho para mi, en especial tras unos meses de estudios en los que he tenido el blog algo descuidado. Así pues, para todos vosotros, ahí van 15.000 gracias.
Tras este pequeño inciso, me gustaría anunciaros una nueva adquisición, con la cual se cierra la familia, compuesta hasta ahora por el telescopio que compré en 2009, la cámara réflex de 2012, la tablet Nexus de 2013 y el smartphone Nexus del pasado año.
Como muchos de vosotros sabréis, empecé a estudiar un Grado Superior de informática (en concreto, el Grado Superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma, o D.A.M. para los amigos) el pasado año. Al poco de comenzar el curso, tanto mis compañeros como yo empezamos a llevar nuestros portátiles a clase para así poder llevar el trabajo a casa sin necesidad de recurrir a la nube. Pero remontemos un poco más.
Comenzaron las clases. Necesité instalar varios programas para programar, y empecé a ver las carencias del equipo. Empecé a plantearme el formateo (más aún desde un fallo que hizo que se dañase el disco duro, aunque conseguí salvarlo sin borrar ningún sólo dato), decantándome por ahorrar para un nuevo portátil, mientras tanto seguiría con el Toshiba.. Entonces apareció Windows 10.
El problema vino al venir una nueva build de Windows 10. La partición que había asignado se quedó corta, por lo que intenté reducir el espacio ocupado. No solo no lo conseguí, sino que además se dañó la partición al estar el HDD ya dañado de por sí, por lo que tuve que reducir aún más la partición de Windows 8 para crear una nueva partición más grande, de 150Gb. Conseguí instalarlo mediante actualización de la versión que ya tenía, pero no fui capaz de cambiar de inglés a español, por lo que tuve que formatear.
Ahora sí, estaba con Windows 10, y en español. Pero el error que tuvo la partición, en un momento crítico en clase, hizo que el proceso final se catalizase.
Finalmente, tras varios cambios de modelo, elegí el modelo GE60 2PC-480XES, el cual compré hace relativamente pocas semanas. En principio, la fecha estimada para la compra estaría entorno a los carnavales, pero una ligera bajada de precio unido a que quedaban pocos en stock catalizó aún más el proceso de compra.
A día de hoy no puedo estar más contento por el ordenador. Lo primero que hice con él fue meter Windows 10 (aunque más tarde cambié a Windows 8.1 debido a un problema con el driver de vídeo), ampliar la RAM de 4 a 8Gb (usando el módulo de 4Gb con el que también amplié el Toshiba de 4 a 8Gb, aunque más tarde tuve que comprar otro nuevo ya que el antiguo era de 1333MHz y el del MSI era de 1600MHz) e instalar un SSD (Solid State Drive o Unidad de Estado Sólido) de 128Gb aprovechando una ranura mSATA libre.
En cuanto a demás especificaciones, encontraríamos un procesador Intel i5 4210H (dual core de 2,9GHz en 64bit, la frecuencia aumenta hasta 3,5GHz al saltar el Turbo Boost), un HDD de 500Gb 5400RPM, una gráfica nVidia GTX 850M GDDR5, pantalla fullHD...
Espero que este ordenador me traiga tantas alegrías como antaño me dieron tanto el Toshiba Satellite A110-160 como el Toshiba Satellite C855-10W, aunque eso sí, también espero que no tenga un final como el de aquellos dos (marcado tanto por los constantes problemas y cuelgues del primero por su baja potencia debido a su antigüedad, como por los numerosos problemas del segundo debido a fallos de hardware).
En primer lugar, y a modo de off-topic, me gustaría agradeceros que hayamos cumplido una nueva meta en el blog, llegar a la cifra que propuse hace exactamente un año, en la mitad de tiempo del objetivo. El haber llegado a estas 15.000 visitas ha significado mucho para mi, en especial tras unos meses de estudios en los que he tenido el blog algo descuidado. Así pues, para todos vosotros, ahí van 15.000 gracias.
Tras este pequeño inciso, me gustaría anunciaros una nueva adquisición, con la cual se cierra la familia, compuesta hasta ahora por el telescopio que compré en 2009, la cámara réflex de 2012, la tablet Nexus de 2013 y el smartphone Nexus del pasado año.
Como muchos de vosotros sabréis, empecé a estudiar un Grado Superior de informática (en concreto, el Grado Superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma, o D.A.M. para los amigos) el pasado año. Al poco de comenzar el curso, tanto mis compañeros como yo empezamos a llevar nuestros portátiles a clase para así poder llevar el trabajo a casa sin necesidad de recurrir a la nube. Pero remontemos un poco más.
Mi anterior portátil, un Toshiba Satellite C855-10W
El comienzo del fin
Corría el pasado verano. Debido a mis frecuentes idas al Lago de Jaraíz, apenas usaba el ordenador, por lo que no puedo dar una fecha o intervalo de tiempo concreto. Lo único que puedo decir es que un día, empecé a ver cómo mi portátil Toshiba no apagaba. Un fallo sin importancia pensé, pues yo era más de hibernar. Y si quería apagarlo del todo bastaba con reiniciar y extraer la batería una vez apagado. Pero poco a poco fue a más y empezó a afectar al inicio, por lo cual dejó de encender, obligándome a iniciar siempre accediendo al menú de selección de arranque. Tampoco mucha importancia por el tema de la hibernación.Comenzaron las clases. Necesité instalar varios programas para programar, y empecé a ver las carencias del equipo. Empecé a plantearme el formateo (más aún desde un fallo que hizo que se dañase el disco duro, aunque conseguí salvarlo sin borrar ningún sólo dato), decantándome por ahorrar para un nuevo portátil, mientras tanto seguiría con el Toshiba.. Entonces apareció Windows 10.
Esperanza pasajera
Instalé Windows 10 entonces. Parecía haber perdido el ordenador algo de su velocidad, aunque era normal pues ya tenía el HDD sus años (en Windows 8 hacía ya tiempo que la había perdido). Pero parecía que se habían solucionado los errores al encender en gran parte, al pedir ahora seleccionar el sistema operativo, no así el fallo a la hora de apagar.El problema vino al venir una nueva build de Windows 10. La partición que había asignado se quedó corta, por lo que intenté reducir el espacio ocupado. No solo no lo conseguí, sino que además se dañó la partición al estar el HDD ya dañado de por sí, por lo que tuve que reducir aún más la partición de Windows 8 para crear una nueva partición más grande, de 150Gb. Conseguí instalarlo mediante actualización de la versión que ya tenía, pero no fui capaz de cambiar de inglés a español, por lo que tuve que formatear.
Ahora sí, estaba con Windows 10, y en español. Pero el error que tuvo la partición, en un momento crítico en clase, hizo que el proceso final se catalizase.
Por fin
Tras estar unas semanas más, conseguí recaudar los fondos necesarios para adquirir el nuevo portátil. Durante los meses en los que encuadramos los hechos de esta entrada, estuve mirando varios modelos, aunque me dacanté finalmente por la marca MSI, por ser sinónimo de calidad a precios razonables.Finalmente, tras varios cambios de modelo, elegí el modelo GE60 2PC-480XES, el cual compré hace relativamente pocas semanas. En principio, la fecha estimada para la compra estaría entorno a los carnavales, pero una ligera bajada de precio unido a que quedaban pocos en stock catalizó aún más el proceso de compra.
A día de hoy no puedo estar más contento por el ordenador. Lo primero que hice con él fue meter Windows 10 (aunque más tarde cambié a Windows 8.1 debido a un problema con el driver de vídeo), ampliar la RAM de 4 a 8Gb (usando el módulo de 4Gb con el que también amplié el Toshiba de 4 a 8Gb, aunque más tarde tuve que comprar otro nuevo ya que el antiguo era de 1333MHz y el del MSI era de 1600MHz) e instalar un SSD (Solid State Drive o Unidad de Estado Sólido) de 128Gb aprovechando una ranura mSATA libre.
En cuanto a demás especificaciones, encontraríamos un procesador Intel i5 4210H (dual core de 2,9GHz en 64bit, la frecuencia aumenta hasta 3,5GHz al saltar el Turbo Boost), un HDD de 500Gb 5400RPM, una gráfica nVidia GTX 850M GDDR5, pantalla fullHD...
Espero que este ordenador me traiga tantas alegrías como antaño me dieron tanto el Toshiba Satellite A110-160 como el Toshiba Satellite C855-10W, aunque eso sí, también espero que no tenga un final como el de aquellos dos (marcado tanto por los constantes problemas y cuelgues del primero por su baja potencia debido a su antigüedad, como por los numerosos problemas del segundo debido a fallos de hardware).
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