Os voy a hablar de mis observaciones veraniegas por el telescopio (al que he bautizado "Telescopín", para que de la sensación de que es más chico). El primer objeto fue, como no, la Luna. Pero el fín de apuntar al astro nocturno no era solo observarlo, sino también testear un ocular electrónico casero, hecho a partir de una webcam "barata" y uno de mis oculares antiguos, que una vez se cayó del balcón y, varios meses después, empezó a humear en una observación solar. Menos mal que solo costaba unos pocos euros.
Para crear el ocular, solo tuve que sacar el objetivo de la webcam. Una vez sacado, quité el barrilete del ocular fundido, y lo pegué a la webcam.
Pero, al testear la webcam, no quería quemarla por la tan grande luminosidad de la Luna. Por lo tanto, primero apunté a una farola lejana. Conseguía unos 270x y la farola se mostraba perfectamente, así que decidí apuntar a una estrella luminosa (Antares, de la constelación de Scorpio). Enfoqué y conseguí tomar la siguiente fotografía:
Entonces fué cuandi decidí apuntar a la Luna. La cámara había pasado todos los controles de calidad para asegurarnos al máximo que la tan cegadora luz selenita no quemaría el sensor (que, por cierto, era un sensor CMOS, el menos apropiado para fotografía astronómica). En la pantalla del ordenador se veía todo blanco. La luz estaba abrasando la cámara. Esperé y esperé. La Luna empezó poco a poco a mostrarse, hasta estar con una luminosidad aceptable. Entonces me puse manos a la obra y probé a tomar fotografías, las cuales se muestran aquí.
Entonces, si la cámara soportaba la cegadora superficie lunar, mostraría sin problemas el disco joviano. Esa misma noche, apunté a él, pero no se podían ver detalles, solo un disco uniforme, con los bordes azul el inferior y rojo el superior. Estaba demasiado bajo sobre el horizonte.
Tuve que esperar a que me llegase mi pedido de un filtro Baader Neodymium que, además de quitar algo de contaminación lumínica, cortaba a partir de los 720 nm, es decir, el infrarrojo (dicho de otra manera, en fotografía planetaria daría mayor nitidez, contraste y detalle).
Pero para no decepcionarme como la noche anterior, esperé hasta pasadas las 3 de la madrugada. Júpiter estaba en una posición inmejorable. Si miraba antes, todavia estaría demasiado bajo. Si miraba despues, no lo podría ver con el telescopio, porque lo taparía el balcón. Era ahora o nunca. Puse la cámara y que sea lo que dios quiera. Probé más segundos de video que nunca, para minimizar los errores. El video ya estaba hecho. Sólo quedaba apilarlo y procesarlo.
El esfuerzo no había sido en vano. El video era bastante bueno. Pero había varios fotogramas quemados. Tenía que quitarlos del vídeo para que se apilara correctamente. Aquí tenéis la fotografía resultante:
Se puede ver, a la derecha del disco, y debajo de la banda oscura inferior, la GMR (Gran Mancha Roja, es una tormenta dos veces más grande que la Tierra y que se lleva observando desde hace más de 300 años). Era la primera vez que veía tanto detalle en el disco joviano.
La noche anterior también vi Júpiter y, aunque estaba más bajo en el horizonte que el día del vídeo, pude ver lo mismo, así como la sombra de la pequeña Ganymedes (una de las lunas galileanas de Júpiter, y la luna más grande del Sistema Solar), que manchaba la superficie del planeta con un círculo negro. Una pena que la webcam no estuviera preparada para tal evento, pero todavía estaba en pruebas.
Espero que este relato os haya gustado. Saludos.
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